domingo, 22 de marzo de 2015

- Capítulo 4 - 2 Parte

- Comienzo a perder... -

- "Da señal... Da señal... Coge el teléfono... ¡Cógelo!"
El teléfono se descolgó, se oía una respiración al otro lado... 


- ¿Papa? ¿Papa eres tu? ¿Papa?


La respiración se aceleraba.


- ¿hijo eres tú?


- ¿Papa?


- Hijo, ya vienen, sácame de aquí.


- No te muevas voy a por ti.


- Hacemos ruido ya vienen


- No te muevas de ahí


- ... - Pip pip pip


Ha colgado


- ¡JODER! - Un sudor frío recorrió mi espalda. Tenía que ir sacarlo de ahí como sea y traerlo. La cuestión era como...


En ese momento mi cabeza se iluminó. -"Para algo tienen que servir las katanas que mi padre tiene en su cuarto ¿no?"-


Un golpe al otro lado de la casa me sobresaltó.


-"Ella" - pensé.

Cogí un cuchillo de la cocina lo mas grande y resistente que encontré. Lo miré y no me lo pensé dos veces.


Emprendí el camino que llevaba desde el salón hasta la puerta de su cuarto, mire la puerta y ni siquiera me puse a pensarlo, si no, se que me arrepentiría. Aunque la odie. Lo se. Pero sigo siendo humano.


Agarré la manilla con fuerza, haciendo el intento de retorcer el palo con las manos y abrí la puerta de golpe.


Ahí estaba ella, completamente desmejorada, no me la esperaba así... Estaba al fondo del cuarto, junto a la ventana, en el rincon, sentada.  A la luz se le apreciaba mejor su desmejorado aspecto.


Su piel era amarillenta con tonos verdes. Sus brazos estaban llenos de arañazos cortes y mordiscos de los que la sangre brotaba. Sus ojos estaban completamente perdidos en una blanca niebla densa. Su cara estaba roída, como si todos los músculos  faciales hubiesen desaparecido.

De su boca salían pequeños hileros de un líquido oscuro y asqueroso, sangre supongo, aunque un poco mas oscura de lo normal... 

Un buen detalle del que percatarse, fue el olor. 

Vaya peste.

- "Que asco"


El monstruo me miró y ladeó la cabeza. De él salían unos jadeos que poco a poco se fueron convirtiendo en fuertes gruñidos. 

En un abrir y cerrar de ojos ella corrió hacia mi, tropezando con todo lo que encontraba a su paso y derramando toda la sangre que salia de sus brazos y de su boca como si fuese una cascada.


Levante mi mano con el cuchillo protegiendo mi cara y preparándome para asestar el golpe con todas mis fuerzas, como si de un verdugo se tratase.  Lo introduje en lo mas profundo de su cráneo con todas mis fuerzas perforando su cerebro a través de uno de sus ojos y haciendo que brotará más sangre.

Esta se esparcía por toda la habitación.  Unos chorretones demostraban la carnicería que acababa de preparar allí mismo.


- "¡ Joder ! " - pensé. .


El monstruo quedo tirado en el suelo, aún así, para asegurarme de que no se volvería a levantar, le asesté otro golpe, dejándome ver sus ideas.


- "Muerta... ¡Dios mio, iba a atacarme!..." - Me quedé quieto mirando lo que había hecho, sangre por todos lados y una cabeza en medio del cuarto. - "Genial" - Poco después, reaccioné y comencé a buscar las katanas. Tenia que buscar a mi padre y largarnos de aquí como sea.



******************************************************
*****************Canción zombie:************************

Al comer cerebros y entrañas

Perseguir a niños y ancianas

Antes eran torpes y bailaban el claque

Antes eran tontos y ahora tienen terminado el bachiller

A infectar algunos jubilados

Masticar axilas y antebrazos

Llegará algún día en el que los zombies triunfaran.

Dará igual porque seremos zombies.




No hay comentarios:

Publicar un comentario