sábado, 31 de enero de 2015

- Capítulo 19 -


 -Lineas al frente-

La piel y la carne de esas criaturas se desgarraba con las cuchillas de mi cortacésped. Movía las muñecas con suavidad y notaba a través del aparato como las cuchillas rozaban la superficie del cuello, se clavaban en su carne y al girar a gran velocidad desgarraban rápidamente su cuello.


 Al llegar a la yugular, la sangre brotaba del cuello a presión, ponía todo perdido, incluidos a nosotros.  Por último cortaba la unión de la cabeza con los hombros, esas vertebras, delicadas vertebras que unían el cuello, era complicado atravesarlas, pero solo requería un poco de fuerza bruta. 

Empezaba a adorar esos cortes dignos de una verdadera carnicería. Verlos caer eso era lo que buscaba y lo conseguía. 


La primera linea del frente aguantaba y al igual que a nosotros los cadáveres se les amontonaban. El suelo pasó a teñirse de rojo y  a ser una pista de patinaje. Al pisar la sangre nos resbalábamos pero aun así continuamos.


Un pequeño desliz.


Un movimiento hacia atrás dejó un pequeño hueco por el que ellos presionaron y subieron al piso superior.


Martillazo, sangre, mazazo, sangre, sangre, sangre...


Los sesos volaban, las vísceras también, brazos, piernas y cabezas... 


Menudo estropicio de pasillo, si la jefa de estudios estuviese viva, nos reñiría, pero, como llevaba ya un buen rato en uno de los montones de cadáveres, nos daba igual.



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