domingo, 7 de septiembre de 2014

-Capitulo 8-


- Tomar medidas -

Un mordisco de una de esas bestias marco el final de la vida de Gemma. 

Ella decidió quedarse sola, encerrada con el fin de no ver su perturbadora transformación.
Gire la cabeza por última vez, mirando atrás y pensando que podía haber sido otra de nosotras.


Ella era genial, una amiga para toda la vida. 

La echaré de menos mientras viva en este mundo de locos...


Estábamos hechas polvo y no sabíamos que hacer. 

Volvimos a la salita.

 Ahora la razón tenía que abrirse paso ante las circunstancias. Era el momento de encontrar soluciones, no de darse por vencidos.

El tiempo pasaba y nadie abria la boca. Estábamos ahí plantados, los unos frente a los otros, sin tener ni idea de que decir. Era todo tan irreal, tan surrealista que solo esperábamos despertar y apagar ese despertador a las 6 de la mañana de un Lunes...


-"Quiero salir de aquí, cueste lo que cueste, y pienso pasar por encima de tantos antropófagos como sea necesario para conseguir conseguir ponerme a salvo"-Esas fueron las primeras palabras que salieron de la boca de alguien, Lidia. 

Desesperada por salir de ahí, desesperada por que esa pesadilla, lo único que no quería era repetir esa experiencia que acabábamos de pasar.

Lidia era miga de Gemma desde pequeña, no se como aun aguantaba sin darse por vencida. Tal cual se levantó, nos miro y con gran ímpetu se puso a buscar algo útil con lo que hacer frente a esas cosas.


Reflexione durante unos segundos esas palabras que Lidia había vomitado con tanta rabia.  Tenia toda la razón, había que hacer algo porque quedarse sentados y cruzados de brazos no solucionaría nada. Sería como estar esperando a la muerte que viniese y nos llevase. Había que hacer frente al tan indeseado apocalipsis.


Nos armamos con unos cuantos palos de escoba, fregona, unas llaves inglesas, martillos y destornilladores...

 Suena penoso pero era lo único que en la sala del bedel pudimos encontrar...


 Nuestro objetivo, conseguir llegar al gimnasio, donde encontraríamos mas armas como picas, bates y algo más que seguro que nos serviría para poder salir del instituto de en nuestra forma habitual y sin ningún mordisco.
Por fin, estábamos listos para salir y afrontar el destino, había que hacerlo, conseguir salir de ahí era nuestra meta. 



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